Con un gran despliegue escénico, festejó sus 15 años en el teatro del barrio porteño de Colegiales. Luces, bailarines y la humildad de siempre coronaron la noche. (FOTOS: CARLA RUFFOLO)

De La Gran Piñata reafirmó su nuevo comienzo en Teatro Vorterix de Capital Federal ante una audiencia integrada por varias personas que fueron por primera vez a verla y que entendieron que conocerla es un viaje de ida. 

Fue un recital que tuvo muy buena lista de canciones -adaptadas al nuevo formato de la banda- y que fue de menor a mayor tanto arriba como abajo del escenario. 

Con lindas luces y sonidos que fueron una verdadera montaña rusa, Panter Giuliano, Nico Persig y Ale Zenobi también remarcaron que, si bien están en un volver a empezar, se muestran contentos por tocar.

Obviamente que actuar sin Lucas Martínez resulta raro para los fans y para los artistas ya que los obliga a acoplarse a un sonido diferente al anterior donde decían presente dos guitarras. 

El concierto comenzó puntual, mientras la gente seguía entrando, con Mis cicatrices y A veces veneno, canciones del último disco El Principio de Todo. Luego continuaron con Puta y Blanco Fácil.

En su primera intervención, Panter se mostró muy agradecido con el público y con todos los que trabajan con la banda. “Es una noche muy importante, son tiempos de cambios. Estamos afrontandolos. Gracias a nuestras familias, a nuestros amigos y a ustedes que están ahí”, manifestó.

Las próximas fechas son viernes 19 de julio en Circus de San Justo, miércoles 14 de agosto en La Trastienda de San Telmo y viernes 20 de septiembre en La Plata

Antes que esto, la gente visualizó donde estaba Lucas y coreó su nombre. Este ex integrante vivió con la intensidad de un fan el concierto, de hecho se metió al pogo con Buen Viaje. Esa hermandad si que se puede ver.

De La Gran Piñata también demostró que sabe que un recital no es sólo música. Las proyecciones en las pantallas como en Ícaro e Inmortal le aportaron arte a la vista. La primera con un video tipo lyrics y el segundo con imágenes de represión policial a movimientos sociales, reflejando de esta manera muy bien los tiempos duros, de dientes apretados. 

El momento más destacado de la noche se vivió en Buena Suerte. Una mujer, llamada Ile, apareció vestida de rojo y comenzó a moverse con los primeros acordes. Después, se sumó a la escena Lean, un hombre con traje oscuro y una remera del mismo tono que su compañera. Ambos se pusieron a bailar y el tango se adueñó del recinto. La tensión, la paz, el silencio y la poesía envolvieron al público que contempló la escena con todo respeto.

Finalmente, la banda que cumple 15 años este 2019 cerró con Despertador, Tristeza y Final. Si bien las personas se quedaron con ganas de escuchar más, aprobaron su buen desempeño. 

De La Gran Piñata no decepcionó, está encontrando su nueva versión a partir de un trabajo visual y sonoro paciente y serio. Además, abre la puerta a otras manifestaciones artísticas. Sabe que vivir más no es cuestión de tiempo, es cuestión de vivir más, y hacerse cargo.