Contar con palabras lo que sucede en un show de éstas características es bastante complicado. Así que nuestro cronista Wally Leguizamón Cajal redactó el siguiente artículo basado tan sólo en los sentimientos. Todas las imágenes son de KVK FOTOS.

El Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado hicieron que la mayoría de nosotros encontráramos un oasis de felicidad en este año tan particular gracias a sus actuaciones en Epecuén y en el Estadio Único de La Plata Diego Armando Maradona. 

El primero se llevó a cabo de manera virtual mientras que en el último par de actuaciones se reencontraron con su público y aprovecharon la oportunidad para estrenar nuevas canciones. 

No lo intenten entender ni tampoco explicar, la relación del Míster con su pueblo nunca encontró ni encontrará palabras que funcionen de descripción, dado que es algo que se siente. 

La misa tuvo sus altares previos en la que la comunión fue el fernet y la cerveza más los diferentes tipos de sandwich que se convirtieron en la ostia previa. Además, las melodías que salieron de los parlantes armonizaron la espera. 

Una vez adentro, la mística comenzó a sentirse, los clásicos cánticos de devoción y en los que recordaron a Inglaterra actuaron de propulsores en una noche de domingo donde “la lluvia se suspendió por la actuación de Los Fundamentalistas”. 

Las actuaciones de sus integrantes fueron monumentales por dónde se lo mire. Cada uno aportó lo suyo inspirados en una esencia que les quedó “redonda”. Ni hablar de la emoción que desató cuando apareció el Indio. 

Solari dijo presente en cinco canciones: Encuentro con un Ángel Amateur, La Misión Secreta, El que la seca la llena, Jericó, y Aerolínea Rebeldes. Y para cerrar su intervención, lo hizo con Flight 956. En todas ellas erizó la piel y tocó el corazón de cada uno de sus seguidores. Realmente Formidable realmente. 

Pablo Sbaraglia nuevamente confirmó su riqueza musical y capacidad para interpretar canciones como Había una vez, Toxi Taxi, Nadie es Perfecto, dónde se lo vio feliz y mimetizado con la gente. Pareció que le sobraban ganas de ser uno más en el pogo. 

Gaspar Benegas aportó con su voz una mística ricotera indeleble. Un Ángel para tu soledad, Mariposa Pontiac, Juguetes Perdidos cantó en relación a las creaciones de los Redondos, y con respecto a la etapa de Los Fundamentalistas hizo bailar con su voz y viola al vocalizar Charro Chino, El Tesoro de los Inocentes y Black Russian. 

Baltasar Comotto la rompió toda. Su estilo propio, con cabello platinado, anteojos y camisa desprendida hizo delirar al público presente gracias a A bailar que no hay infierno y a Ñam Fru fri ñam fri fru. 

Las actuaciones estelares de las dos mujeres del grupo Deborah Dixon y Luciana Palacios reflejaron el carácter inclusivo del público, pero también la calidad artística que tienen. Deborah llevó a cabo una actuación descollante tras cantar Un tal Brigitte Bardot  y Golpe de Suerte. 

Por su parte, Palacios sorprendió con Mi Perro Dinamita, en el que concretó una gran muestra de transmitir las ganas de bailar ese género como nadie. 

Sergio Colombo y Miguel Ángel Tallarita no solo se encargaron de los vientos sino que también de interpretar Tío Alberto y Pequeña Mamba respectivamente. 

Fernando Nalé se ocupó de Vamos las Bandas, lo que provocó que la gente se volviera realmente alucinada con ese rock and roll clásico. 

Y finalmente Ramiro López Naguil también realizó una actuación estelar con la batería. Cada golpe fue melodía cargada de pasión.

Dos perlitas muy destacables resultaron ser Fuegos de Oktubre, momento en el que se tiñó el estadio de rojo gracias las maravillosas luces que desplegaron. Y la otra, sin dudas, fue Jijiji, el himno supremo de la música popular que hizo explotar a todo el estadio. Tenes que ser de piedra para no moverte. 

Otra vez, Solari junto a los músicos de primer nivel que lo acompañan reafirmaron la fe de lo popular, las voces de los humildes, la oda a la música y el placer de irse cantando…

PODÉS REVIVIR EL SIGUIENTE DOCUMENTAL -iNDIO, UN MINI GRAN RICOTERO