El grupo fue profeta en su tierra gracias a la capacidad que tiene de mantener su esencia a pesar de los años. (FOTOS: Carla Ruffolo)

Como un lobo de medianoche, fuimos a recorrer/ el Atenas a oscuras/ fue una locura /ya lo pudimos ver/ como Guasones mostró los dientes“. Es la estrofa que sirve para traducir las sensaciones que tuvieron los fans al presenciar el show de la banda de Facundo Soto.

De local, esta grupo platense brindó un recital con una excelente calidad sonora y una puesta en escena que resultó ser realmente prolija.

El público notó una vitalidad impresionante en cada uno de los músicos y los siguió con atención, respeto y mucho amor.  

Esa química mortal que tiene Guasones y su gente fue el motor principal para que el concierto tuviera el éxito que tuvo. Y esto va más allá del hecho de haber agotado localidades, ya que el saldo a favor se centró en la capacidad y profesionalismo de brindar una actuación de calidad sin perder ese espíritu barrial.

Mantener esa esencia durante casi 25 años no es moco y pavo eh. Pero Guasones  llevará esa magia hasta el final de su carrera musical.

Y eso se notó antes de que los artistas se subieran al escenario. Antes de entrar y bajo una llovizna suave, los fans pronunciaban los típicos cánticos de apoyo como “ohh, vamos lo guasooo, los guaso,  vamos los guasooo” o “pan y vino, pan y vino, pan y vino, el que no vino ver a Guasones para qué carajo vino”.

Las puertas se abrieron dos horas antes del comienzo el show y enseguida los fanáticos comenzaron a llenar el lugar.  Transcurrido el lapso de tiempo señalado, esa ansiedad que tenían acumulada se transformó en locura con Paranoia 26, el primer tema de los 27 que integraron la lista.

Elegante, con un saco negro, pantalones y zapatos del mismo tono y una camisa azul con lunares blancos, Facundo Soto demostró que los años no hacen mella en su cuerpo ni en su espíritu gracias a un profesionalismo que nunca deja de lado. Además, actuar en el lugar que lo vio nacer le aportó un plus bastante interesante a su actuación.

Estuvo familiero, agradecido y entusiasta, en pocas palabras, se mostró suelto y vibrante. Hizo que la espera valiera la pena.

Guasones reforzó ese espíritu barrial que te puede acompañar en cualquier momento de tu vida. Me estás tratando mal, Cien años, Tan distintos, Como un lobo, Gracias, Reyes de la noche y Amaneciendo son gran ejemplo de esto.

Y este cronista se juega la cabeza al afirmar que cada personas que estuvo allí se acordó de un amante, de un amigo que ya no está, de un delincuente que se quedó con plata que no era él, de una noche de excesos y de más de un político que cagó al país.

En fin, el grupo no paró ni un segundo y demostró que tiene hilo para 100 años más ya que son los verdaderos reyes de la noche.

Para ver el álbum completo ingresá a GUASONES EN ATENAS