FOTO: BELU ARANDA
A días de que se vote en el Senado el proyecto de ley de legalización del aborto, comencé a preguntarme qué es lo que debemos hacer los hombres en relación a esta iniciativa y las posibles respuestas en la siguiente nota.
Nunca me imaginé que mi padre iba a estar a favor de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo porque siempre lo prejuzgué al pensar que una persona de 73 años, que nació en una provincia bastante patriarcal como Santiago del Estero, iba a estar muy lejos de esa iniciativa, pero por suerte me tapó la boca.
La primera vez que tocamos el tema me dijo una frase que me sorprendió para bien, fue la siguiente: “Nosotros no nos tenemos que meter, los hombres somos los culpables de que se llegue a esa instancia, solo hay que acompañar“.
Esa declaración me llegó al alma y a mí cerebro que se comenzó a preguntar: ¿Qué rol juegan los hombres en este tema?
Para buscar las respuestas me centré en el comienzo de esos dichos:. “No nos tenemos que meter”. En esas cinco palabras iniciales descubrí que no nos tenemos que meter porque es la mujer la que decide sobre su cuerpo, porque la maternidad será deseada o no será y porque genéticamente no sabemos lo que es estar embarzados ni mucho menos estarlo sin querer llevar ese proceso .
Cuando un amigo me dijo que se tenía que tener en cuenta “el consentimiento del hombre”, me indigné mucho porque uno no puede obligar a una mujer a que tenga el hijo ¿Acaso el tipo que abandona su hijo y esposa necesita consentimiento de alguien? En esta sociedad está aceptado eso pero si lo hace la mujer es puta o asesina. Hay que recordar el caso del cura salteño Carlos Gamboa, acusado por su hija de “doble moral”.
A partir de acá, hay que decir, tengo que decir, que tener un hijo es algo que tiene que ser consensuado. Si o si. Y si nuestra novia o esposa o amante queda embarazada sólo nos queda acompañarla en la decisión que toma, sea lo que sea.
Además, este debate nos da la posibilidad de poder construir un vínculo sano en el inicio de cualquier relación o durante la misma ya que pueden saber si la idea de traer un bebé al mundo es compartida
El aborto legal es algo que se relaciona directamente con salud la pública y no con religión ni mucho menos con la moral.
En esta línea papá, que es católico pero no fanático, señaló que “los curas son los peores que hay, algunos de ellos son acusados de violadores y ellos siempre deciden sobre el cuerpo de las mujeres porque las obligan a tener mientras ellos las abandonan con la criatura”.
Para ir cerrando, también necesito mencionar que cuando le conté lo que sucedió en la legislatura de Tucumán- que se proclamó Capital Nacional de las Dos Vidas-, se indignó y criticó: “Es una de las provincias que más lo necesita, no hay educación sexual y hay muchas chicas embarazadas siendo menores. Son estúpidos los legisladores”.
Te hablo a vos, pibe de 20 años que tenés un pañuelo celeste que obligaste a tu novia o amante a abortar, mi viejo te da una lección más que importante para que de una vez por todas dejes de creer que la mujer sólo hace lo que vos decís. La mujer, las mujeres se unieron y si bien la ley puede salir o no, su ola ya es imparable.