Con numerosos artistas invitados, el grupo de Mataderos marcó un antes y después en su carrera. Dale que sos Rock estuvo presente en la velada y te lo muestra como nadie. (COBERTURAS EN NOTA Y FOTO: CAROLINA SOBOREO Y FEDE)
En una noche de lluvia y frío, Andando Descalzo presentó Media Vida para todos y todas en el Teatro Ópera, en lo que fue una fiesta eterna llena de alegría y cariño. El grupo que lleva más de 20 años en escena dio un gran show donde sobresalió la cumbia, el rock, en fin, la música de barrio y de la familia.
Como un show conceptual, la calle, los años, la vida misma se hicieron sentir en las canciones. La lista comenzó con un Juani Rodríguez bien enchufado con Media Vida. A este le siguieron Un mundo, Andar, Abrazado. Con Hay Una Manera comenzó el desfile de invitados. El primero de ellos fue The Moskito.
Luego, se subieron al escenario Pepe Céspedes y Juan Bruno– integrantes de Bersuit Vergarabat y productores del álbum- en Faro. Tampoco quiso perderse de la fiesta Palo Pandolfo que interpretó Cuando Llueve.
Las canciones sobrevolaron el Teatro Ópera y el público hizo lo mismo como si fuese un Aviador. Más aún alcanzaron los cielos en el momento en el que Fernando Ruíz Díaz intervino en Hoy quiero .
Nacho de La Orquesta Tìpica Ciudad Baigón con el bandoneón trasladó a este recinto de la calle Corrientes la mística que tiene los shows arrabaleros que realizan en Galpón B. Después, sonaron Burton, Corazón e Ilógico.
Acá se lució la gran Daniela Herrero, que hizo estallar en cumbia y pasión las butacas que ya no servían para sentarse dentro del teatro.
En Me Voy participaron Diego y Piro de Cuyomanes. Posteriormente se sumaron en la percusión los chicos de la Bomba de Tiempo.
Un párrafo aparte se merecen los mostros que aportaron su rebeldía, esa que tienen como bandera y la llevarán siempre hasta la victoria.
Luego, Juani presentó, como el gurú personal, a Pablito Guerra en Se Fue, quien se quedó junto a Beto Olguín de Los Pérez García para Impulso. Mientras tanto flameaba la bandera de la hinchada de Nueva Chicago que lleva una frase de la canción en el balcón del Ópera: “No es un paso atrás, solo estoy tomando impulso”.
Para cerrar y coronar una noche llena de invitados de lujos subió en la guitarra Maikel de Kapanga y sumó sus solos y arreglos en Judas y Cachivache con una dedicatoria actual: “Sabes que pasa cachivache, que dijiste que no iba a haber inflación, hablaste de pobreza cero” . El canto del público no se hizo esperar con el hit del verano.
Cerraron la fiesta y alegría, la cumbia y el rock, la música popular y el barrio con Sin querer, Flor, Luz, Mi golosina y dejaron en claro que Nada Terminó, esto recién empieza… y como bonus track, Marinero porque su gente así lo pide siempre y el Ópera estalló en fiesta, barrio y amor descalzo.