El Nü metal, género-quiebre del metal pesado, surgió como alternativa de cambio a finales de la década del 90 y principios de los 2000 conjugando diferentes estilos antes casi prohibidos dentro de la música pesada como el hip-hop, el funk y la electrónica.

Desde Canadá, Three Days Grace se convirtió en el exponente de éste estilo musical, cuya carrera profesional comenzó en 2003 con el lanzamiento de su primer álbum. A partir de ahí, el grupo transitó variaciones de género y formación llegando finalmente a la conformación actual, en la que se destaca el nuevo cantante Matt Walst, que fue incorporado por el bajista, su hermano.

Su timbre de voz, que reemplazó a la de Adam Gontier, se caracteriza por tener una técnica vocal similar a la del ya fallecido (en circunstancias un tanto confusas) Chester Bennington de Linkin Park, dado el uso de diferentes estilos guturales y por la textura de coros.

El nuevo álbum de Three Days Grace camina sobre elementos del metalcore, como los estribillos-formato-gang, y  a la vez retoma cosas de la música electrónica por la forma en que se ha mezclado y compuesto cada canción. Además, las canciones suelen tener introducciones de dinámica baja para, más tarde, lograr una intensidad en crecendo hasta el desarrollo de la obra sumado al uso de filtros pasa graves.
Éste fenómeno podemos verlo en cualquier artista de música electrónica actual, sea Dead Mau5 o David Guetta, es decir, desde lo más independiente hasta lo más masivo.


Por otra parte, las temáticas líricas siguen (y afirmo que siguen porque incluso desde la creación del nombre de la banda “si tuvieras tres días de gracia, tres días antes de morir” refiere a eso) consistiendo en un final inevitable y en el sacrificio por el otro. Es el mismo mensaje que el metalcore-como-estilo utiliza: la unión, la esperanza, el enfrentar a un enemigo que nos acecha en silencio y con quien hay que prepararse para luchar.

Además, lo romanticón del corazón-roto-emo funciona todavía a niveles que ni el sexto álbum puede apagar. Ciertamente, uno de los factores que siempre reapareció en las letras y que fue acompañado por grandes riffs de alta ganancia afinados en drop D (en criollo: afinación en donde la cuerda más grave de los instrumentos se encuentra un tono debajo de lo normal) logrando así un sonido más pesado para el oído y una facilidad diferente para ejecutar el instrumento. Éste último es otro de los grandes elementos del nü metal, género al que siempre pertenecieron, aunque algunos escuchas renieguen de ésa etiqueta.


Three Days Grace con su nuevo álbum, son evidencia fehaciente de que las tendencias vuelven y se regeneran cada 20 años. Así que vayan acostumbrándose al nü metal o metal alternativo, que hay mucho más por venir.