El mismo es tendencia mundial en las redes sociales por su alto contenido político.
Donald Glover es un artista multimedial —actor, comediante, director, guionista— que en la industria musical utiliza Childish Gambino como alter-ego y en los primeros días de mayo lanzó su más reciente canción en todas las plataformas digitales.
Habiendo editado en 2016 su último álbum Awaken, my love! se aferra ahora a la inmediatez actual dominante al presentar This is America, en formato de single y simultáneamente en todo el espacio virtual.
Lo que más conmovió a la expectante audiencia fue el video que correspondió a dicho tema: un sinfín de declaraciones políticas sobre la actualidad de Estados Unidos. Violencia, racismo, abuso de poder, uso legítimo de armas de fuego, pero también idiosincrasia, cultura, religión, comunidad.
Encaucemos la mirada desde lo musical. La canción es introducida por una sección coral a-lo-gospel que luego se ve complementada por una guitarra acústica caribeña. Hasta acá todo bien, incluso en el material audiovisual—les sugiero que mientras lo vayan viendo— .
Súbitamente el ritmo cambia hacia una nueva sección: densa, oscura. Gambino anuncia: Ésto es Estados Unidos. Maquinosa y sombría, va desarrollándose lentamente una analogía perfecta sobre el capitalismo y la sociedad de consumo. Para complementar el mensaje, en el preciso primer instante que éste estribillo aparece, el protagonista dispara hacia la nuca de un rehén que yace sentado, con su rostro cubierto. Una ejecución explícita.
El contenido gráfico altamente violento, a sorpresa del espectador vuelve a repetirse cada vez que la canción torna hacia el estribillo —además de la anterior, existe una masacre alusiva a los hechos ocurridos en una iglesia de Carolina del Sur donde un supremacista blanco disparó y mató a nueve personas— más luego la música converge hacia una integración de ambas secciones presentadas.
Sin dudas, se trata de una de las obras más importantes en lo que va del año, siendo que ha obtenido millones de reproducciones en tan solo unos días. Mundialmente se comparte vía redes sociales y por boca-a-boca.
Crear un impacto en éstos tiempos que corren es casi una demanda que el mundo millenial puede atestiguar. Sin embargo, no ocurren con tanto contenido social así como en This is America. De protesta pero, también, de propuesta: el arte como manera de comunicar masivamente.
Sin restarle importancia, el audiovisual pertinente consta de una producción que combina danza, teatro, efectos especiales, escenografía, guión e idea impecables.
La viralización del mensaje comunicado es inequívocamente responsable de generar una impresión en la atención, focalizándola en el producto que se ofrece.
¡Y vaya que es apreciable! conduce directamente hacia la conmoción. Así como la realidad, que golpea pero nos entretienen para evitarla. Para que nos relajemos. Para que aceptemos la opresión.