Hace ya un tiempo que el rock nacional comenzó a cambiar mediante la incorporación de nuevos sonidos a la estructura de sus canciones, mezclando rock con pop, electrónica, funk, balada, entre otros.
Nota: Serenela Carriòn
Foto: Maxi Ayala.
Sintetizadores, saxos, trompetas y beats se abren paso entre las fórmulas del rock nacional tradicional de los 90-2000.
Con un público renovado por los miles de jóvenes que consumen estas nuevas ofertas musicales, los festivales hicieron lo propio sumando variedad a sus grillas. Tanto en festivales históricos como Cosquín Rock, Mastai o Baradero, así también en festivales más recientes como Buena Vibra ya no delegan las propuestas emergentes a escenarios alternativos y comienzan a abrirles paso a escenarios principales a las bandas jóvenes. Así las bandas indie rock y el trap comienzan a ganarse su espacio entre los grandes.
Los tres días de Rock en Baradero se caracterizaron por esto mismo. Cada una de las jornadas mezclaba a las grandes bandas con las propuestas meinstream, si bien cada día tenía su eje temático. De este modo, el segundo día del encuentro contó con la presencia de las bandas indie más populares del momento como Conociendo Rusia, Peces Raros, Bandalos Chinos, El Kuelgue, Juana Molina, entre exponentes del trap como Femigansta, Acru y Lxs Familia.
Las bandas:
Conociendo Rusia: La salida al escenario Mateo Sujatovich estaba prevista hacia las 18:20. Fue un domingo muy soleado sin ser caluroso, así que la gente lo estuvo esperando desde temprano, desparramados por todo el césped del predio. Cerca de la hora estimada algunos ya se habían ido acercando al escenario Spotify para poder ver al «Ruso» bien de cerca.
Feli Colina (corista) fue la primera de la banda en acercarse a su puesto, seguida por los demás integrantes, para finalmente completarse con el cantante. Abrieron con «Cabildo y Juramento», tema incluido en el disco homónimo que fue publicado el año pasado. Otras canciones incluidas en el setlist fueron «30 años», «Bruja de Barracas» y los dos singles de Cabildo y Juramento: «Cosas para decirte» y «Quiero que me llames». El final fue con el hit «Loco en el desierto».
Como es habitual en sus presentaciones, cada tema iba acompañado con imágenes de fondo ya características de su proyecto solista, como son la estrella isrealita, el Kremlin y el escudo de Atlanta.
Peces Raros: También formando parte del escenario Spotify, mucha gente esperó para verlos y no defraudaron. Vestidos de negro, las figuras esbeltas se perdían entre las luces dispuestas para bailar al ritmo del trance. Focos rojos, azules y blancos parpadeaban sin parar con el sintetizador marcando sus intervalos. El show que debía durar alrededor de 30 minutos se estiró un poco más por cuestiones técnicas en el escenario Quilmes, donde esperaba Juana Molina. Estos minutos le dieron la posibilidad de hacer un final épico a medida del anochecer que ya se estaba instalando sobre el predio.
Juana Molina: A pesar de que tuvo alrededor de 20 minutos de retraso por los problemas técnicos mencionados, Juana dio rienda a un espectáculo increíble. Trató de compensar la espera y los problemas de audio con los sonidistas lo mejor que pudo y en su veloz show sonaron «Lo decidí yo», «Eras» y, por supuesto «Un día».
Bandalos Chinos: Una fiesta de inicio a fin. Ya desde temprano muchos habían corrido tras Goyo, quien se paseaba por el predio, para conseguir alguna foto con él, lo que incrementó la manija que ya cargaba el público. Algunos temas que hicieron fueron «Vámonos de viaje, «Super V», y su último single, «Departamento». Todo el mundo se volvió loco con «Demasiado», que tuvo un final extendido mientras interactúan con el público. El final del show estuvo a cargo de «El temblor» y «Dije tu nombre».
El Kuelgue: Presentes en el escenario Quilmes, repasaron toda su discografía. De Beatriz sonó «Bossa & People»; de Ruli, «Circunvalación y por supuesto sonaron los ya hits «Parque Acuático» y «Chiste», lanzados en 2018 y 2019 respectivamente pero que ya se convirtieron en clásicos de la banda liderada por Julián Kartún.
Mi Amigo Invencible: Los mendocinos tocaron alrededor de 20 minutos, que era el espacio del que disponían todas las propuestas del escenario Monster. Por lo tanto, hicieron muy pocos temas, aunque no se guardaron espacio para improvisar en los finales. Centrados en Dutsiland, último álbum del sexteto, también repasaron hits de La danza de los principiantes.