En el día en el que cumple siete décadas, la familia del Flaco presentó su álbum inédito y en Dale que sos Rock nos encargamos de analizar. Bah, mejor dicho de disfrutar. 

NOTA: WALLY LEGUIZAMÓN CAJAL

Luis Alberto Spinetta permanece inmortal por la riqueza de su obra y por el cariño de sus seguidores y de aquellos que hoy en día lo están descubriendo. Al cumplirse este 23 de enero 70 años de su nacimiento, por lo que se celebra el Día del Músico en nuestro país, su familia nos dio un hermoso regalo al lanzar en formato físico y en plataforma digitales su disco inédito llamado Ya no mires atrás.

El material, según su hija Catarina, fue encontrado por casualidad en el interior de un pen drive y está integrado por siete canciones grabadas entre el 2008 y 2009 en el estudio La Diosa Salvaje. Veinte ciudades; Ya no mires atrás; Agua de río; Nueva Luna, Mundo Arjo; Merecer; Luces y sombras; y Diadema representan un paisaje ilustrado con la belleza de la poesía y la melodía fina del Flaco.

Los temas tienen un hilo conductor que se evidencia en el mismo nombre de la placa: dejar a atrás el pasado, donde las tristezas, los enojos y las penas nos atan con cadenas a las piedras de lo insano, para dar paso al futuro con esperanza, felicidad, alegría y, sobre todo, con  música y poesía.

Y es Spinetta que, si bien nació hace 70 años y falleció en 2012 -aunque esto es una vil mentira porque sigue vivo en nuestras almas-, demuestra que es un adelantado. Los sonidos modernos, la capacidad de abordar temas que no pierden actualidad y hasta la inclusión de un rapeo, en el que participa su hijo Dante, hacen que el futuro se transforme en presenta al escuchar su obra.

En Veinte ciudades, Ya no mires atrás y Agua de río, te da la sensación de que lo que está por venir siempre será mejor de lo que viviste, de que los problemas de un tiempo atrás quedarán reducidos a cenizas. Frases como “Con tus propios ojos ves lo hermosa que sos y no hay razón para llorar, tranquila, amor nunca te va a faltar”; “Lo que sueñas y no dices tal vez será canción”; y “No pares de crear, cambiando lo que anda mal puedes elevarte aquí” actúan de impulso motor, de aliento y espiritualidad.

El condimento espiritual está presente en la descripción de paisajes tranquilos, con río y con mares. También se visualiza en el video lyrics de Ya no mires atrás porque, además de las letras, hay imágenes de diferente tipos de mandala. Asimismo, en Nueva Luna, Mundo Arjo lo explicita con el verso “Tal vez oí una dulce oración en tu plexo solar”.

En Merecer, según la impresión de este redactor, es la más quijotesca de las canciones porque habla de un hombre enamorado de una muy muy similar a la Mona Lisa, la obra del artista italiano Leonardo Da Vinci.”De vez en cuando sueño contigo, y al despertar no encuentro el tiempo ni encuentro el aire si no estás”, dice.

Finalmente, Luces y sombras y Diadema muestran dos caras diferentes del amor. La primera la conclusión de una relación, el cansancio y lo que cuesta asumir esa cuestión: “No sé cómo decírtelo, me cansé de servirte así”. En cambio, en la otra, es la creación, la fundación, cuando resalta que “De las vidas veo salir una llama de eternidad/ hay un puente que cruza en tí, las palabras llenas de luz, de las video veo salir una llama de eternidad, hay un puente que cruza en tí, las praderas llenas de luz”.

Hay puente indestructible que no sólo se resiste al paso de los años, sino que también lo destruye con la poesía, que une a la música con  Luis Alberto Spinetta. Como se mencionó la semana pasada, el Flaco brilló, brilla y brillará cada día más.