La banda británica se supera así misma con su nuevo trabajo discográfico. Recién salidito del horno, lo analizamos en Dale que sos rock.
Después de un largo tiempo de pensar cómo seguía la carrera de Arctic Monkeys luego del disco AM (2013), que marcó el sonido rockero de nuestra época, puedo decir que el lunes pasado le encontré la respuesta a esa incógnita a través de un mensaje.
Fue gracias a Juan, amigo y compañero de Mendigando, que me preguntó si había escuchado el nuevo álbum que se había filtrado cuatro días antes de su lanzamiento oficial, así como sucedió hace varios años con Kill Gil (2007/2010) de Charly García.
Internet, sin dudas, se convirtió en nuestra disquería amiga, un poco más fría, despiadada, pero a la vez sorprendente, aunque esos temas me lleguen antes de tiempo y me generan la duda de saber si verdaderamente son el sonido oficial, no puedo contener mis ganas y termino escuchándolos de antemano siempre.
En este contexto, puedo decir que Tranquility Base Hotel & Casino el nombre del nuevo cd de la banda británica que salió a la luz oficialmente el último viernes, cuenta con la fineza y oscuridad justa.
Star Treatment es la canción elegida para comenzar a meternos dentro del nuevo viaje sonoro de la banda liderada por Alex Turner.
Le sigue One Point Perspective-la que mas disfrute descubrir-, que comienza con un teclado que me recuerda a los primeros Beatles. Este también incluye una línea de bajo muy sensual y delicada, más un solo de guitarra con una podredumbre que contrasta tan perfectamente con la delicada y misteriosa interpretación del cantante.
Se destaca, también, Tranquility Base Hotel & Casino, la que da nombre al disco. En la misma, se pueden apreciar las nuevas búsquedas sonoras del grupo, los teclados hipnóticos, las armonías principales siendo interpretadas por el bajo que se despegan de las capas de teclados y acompañan, con delicadeza y misterio, las melodías cantadas por Turner.
Nuevamente, estamos ante un gran álbum de los Arctic Monkeys. Un grupo que, disco a disco, crece manteniendo a sus primeros seguidores y logrando, a la vez, cautivar a las nuevas generaciones.