El nuevo material discográfico se podrá escuchar completo a partir del 16 de octubre, donde no solo se refleja un cambio por la composición de la banda, sino que también en el ritmo y las letras que resaltan.

Nota: Agustina Erquiaga

Impulso confirmó que su segundo disco se podrá escuchar a partir del 16 de octubre. La banda lanzó Venenosa a finales de agosto, un nuevo single donde dejaban ver su nuevo ritmo Indie PopRock. En una entrevista con Dale Que Sos Rock, el cantante y guitarrista Pedro Henestroza contó que “estamos sacando todo muy a contrarreloj, y le empezamos a meter mucho en estos últimos dos o tres meses. El 25 de septiembre salió el single, y casi seguro el 16 de octubre sale el disco completo, que va a tener 8 canciones”.

Luego de haber pasado por tantos cambios rítmicos, el grupo se prepara para este segundo disco, que estará disponible en plataformas como YouTube, Bandcamp, Spotify, Tidal y Apple music. Si bien aún no se confirma el nombre, el disco demostrará un nuevo ritmo y la esencia que siempre buscaron.

Sentado en el estudio donde se grabaron varios de sus temas, Henestroza relató los comienzos, su primera banda, y cómo al final él y Manuel Latorre, el baterista, fueron los que decidieron seguir con Impulso. “Después del primer disco, y con una segunda formación, llegamos a grabar un tema que es Loop a finales de 2018. Después de eso el guitarrista y el bajista se fueron de la banda. Quedamos solos de nuevo, y después de muchos años de idas y vueltas, dijimos vamos a empezar a hacer esto nosotros”.


Su primer disco, Eso que no dijiste, tiene un ritmo distinto a Venenosa. ¿El cambio tiene que ver con los integrantes que fueron pasando por la banda? 

Tiene que ver con varias cosas. El primer disco fue plasmar cosas que teníamos muy viejas, que venían desde la infancia. Por ejemplo, somos muy fanáticos de Los Beatles; y en ese momento nos copaba mucho el rock clásico, nos copaba lo que hacía Foo Fighters. Con ese disco siento que nos quedamos en intentar imitar a alguien y no era tan lo que nosotros éramos. No era tan nuestra esencia. En todo lo segundo que hicimos, en cambio, siento que sí fue más genuino; también se dio justo con un momento en el cual empezamos a escuchar mucho indie nacional. Ya veníamos escuchando “Él mató a un Policía Motorizado” y conocíamos algo de “Mi Amigo Invencible”. Nos empezamos a meter más y con este segundo disco en marcha, empezamos a escribir incluso al respecto del indie, cubrir recitales, ver bandas amigas y eso creo que también nos influyó bastante en el cambio de sonido. Después hubo una búsqueda: no queríamos una canción de rock clásica. Para este disco queríamos algo que movilice a la gente que nos venía a escuchar. Fue un cambio re zarpado. 

¿Van a quedarse con este ritmo o prefieren volver a modificarse?

Eso es una buena pregunta porque es difícil. Nosotros encaramos, tanto este disco como lo que se venga, como músico-productores. Estudiamos eso: Manu estudia ingeniería de sonido, y yo estoy en producción musical, entonces ya tenemos la cabeza puesta en un producto final. Vamos a tener que ver si nos quedamos en el estilo de este disco; yo creo un poco que sí vamos a continuarlo porque es nuestra esencia y es lo que estamos escuchando, pero también creo que hay un grado de maleabilidad y flexibilidad a la hora de hacer música, que está buenísima y que hacen todos los artistas. Es lo que hace que Charly compusiera re distinto en los 70 que en los 80. Es un poco buscar sonidos y cosas que uno siente e innoven. Nos gusta pensar en aportar a una movida o a un sonido que está en formación como es ahora, por ejemplo, el indie; aportar una mirada o una perspectiva de sonidos, de letras, tirar algo nuevo ahí. Entonces seguramente sí; en algún punto lo que menos me gustaría es que saquemos un tercer disco y digas “Suena igual al segundo”, pero seguramente haya elementos que son muy propios que van a continuar y haya cosas nuevas ni siquiera me pude imaginar. 

Este disco, en comparación con el anterior, lo hicieron vos y Manu. ¿Están buscando agrandar la banda?

No es que estamos buscando muy abiertamente. Más bien, cae gente que le copa la idea y se suma para el instrumento que haga falta. Sentimos que la banda somos nosotros dos, y que después vamos a tocar con gente. Por ejemplo, los instrumentos del disco casi todos los tocamos nosotros dos y metió algunos bajos Maxi Forestieri, después también hay unas percusiones, los teclados Matías Frisone, que es tecladista de Billy Zavaleta. Lo que nos pasó fue un poco ese desafío de hacer nosotros el disco solos y cuando queríamos romper un poco el molde era que abríamos el juego e invitamos a alguien a ver qué onda, y fue una excelente experiencia que mejoró los temas a un nivel increíble. Eso es lo que más nos interesa: compartir espacio con músicos, que rompan el molde. Pero no estamos buscando a alguien, preferimos más bien cuidar la banda, y el concepto estético que tenemos. Queremos sacarlo y ver qué pasa también, la respuesta que tuvo Venenosa no nos la esperábamos para nada. Desde un montón de lados: estar en playlist, o en entrevistas. Yo te juro que con 200 reproducciones me iba feliz y llegó a 2000 y es como “Wow”, para nosotros es muchísimo. 

La letra de “Venenosa” relata la toxicidad de una relación, ¿en qué se inspiraron para tocar ese tema?

En varias cosas. No está toda la canción basada en un caso, pero hay frases que quizás surgen de conversaciones que hemos tenido, de estar contando algo de alguien. En un principio, cuando hicimos la canción, no estábamos diciendo: “Vamos a hacer una canción que hable de la toxicidad”, porque de hecho ni siquiera era una palabra muy usada cuando la creamos, que fue hace como 2 años; es una de las canciones más viejas, de hecho, de todas. Pero de golpe, cuando nos reunimos de nuevo con la canción ya casi terminada, dijimos “Che habla de esto, claramente está yendo por acá”. Y en un punto sí hablaba de estar con alguien que al principio estaba todo bien, y estaba buenísimo y como de a poco se te iba metiendo adentro y generaba todas situaciones feas. Habla un poco de cosas que a veces uno también puede tener, actitudes totalmente tóxicas y feas, y que es básicamente dañarse a sí mismo porque daña los vínculos que quiere. Creo que esta canción y las que van a salir ahora en el segundo disco hablan un poco, en realidad, de varios cambios que hubo en mí con respecto a eso, porque la mayoría de las letras las hice yo. 


¿Hay alguna canción que hayan sacado que quede fuera del disco?

Sí, Loop, porque lo sentimos como un proceso anterior; fue ese proceso muy 2018 de cuando todavía teníamos banda. Desembocó en eso, lo grabamos, y después se terminó y empezamos por separado. En un principio siempre lo pensamos parte, y cuando estábamos haciendo este segundo disco, y Loop había salido en febrero o marzo, dijimos “No, ya termino eso”. Lo que nos pasó, por ejemplo, con el primer disco fue que eran canciones que veníamos tocando hacía 4/5 años y una vez que sacamos el disco no las queríamos tocar más. Y dijimos que el segundo disco no puede ser así, tiene que tener canciones que queramos tocar en el futuro. Entonces con Loop dijimos “Ya está, ya se grabó, ya se hizo todo”. Queda ahí como una bisagra, que suena muy distinto al primer disco y lo usamos para preparar a la gente para lo que se viene. Va un poco por acá, pero no es esto. Si quieren una miradita de lo que es el disco escuchen Venenosa o el single que salió el 25 de septiembre.

¿Cómo se va llama la canción? 

Todo signo de placer. Es uno de los temas insignia de todo el concepto que teníamos para el disco. Es una canción más rockera que Venenosa, pero también sentimos que tiene un poco de baile ahí metido. Mucho más riffero, y es un poco ambivalente porque tiene una raíz rockera que no la podemos separar de nosotros, pero también tiene toda esta esencia bailable y nocturna que queremos meterle a las canciones. Entonces va a haber un poquito de rock y un poquito de baile, como un poquito de Venenosa y de Todo signo de placer. 

¿Qué otras temáticas van a tocar en este segundo disco?

En cierto punto viene todo por una movida medio “nocturna”. Hay canciones que hablan un poco de seducción, deseo ni siquiera seducción, de esa mirada furtiva a lo largo del boliche y encontrarse con alguien que también está mirando. Esas cosas fueron lo que nos motivaron un poco, y después sonoramente como que quisimos acompañar eso y que las canciones reflejaran bien ese ambiente, como de boliche rockero, que no existe en la realidad, pero estaría buenísimo. Va por ese lado, de la seducción, de la previa de toda esa cuestión que ocurría cuando no estábamos en cuarentena y salíamos de noche.


¿Va a haber alguna canción que hayan escrito en cuarentena?

Sí, es una balada que ya existía, pero nunca pensamos en sacarla. Estábamos escuchando el disco entero y dijimos “Che acá falta una pausita”, y ahí salió del cajón. Y lo volvimos a tratar. Fue muy bueno y loco, porque fue una composición de cuarentena, si bien ya tenía los acordes. En febrero, grabamos casi todo en un estudio y lo que faltaba lo íbamos a grabar cuando yo volviera de vacaciones, no lo pudimos hacer porque empezó esto; pero dijimos “Bueno este tema sale”. Hubo una videollamada, charlamos de ideas, conceptos, después también Maxi Forestieri, es el productor del disco y el que hace la mezcla, le agregó unas percusiones; y a pesar de la distancia se sintió muy orgánico, en ningún momento había algo que re desentonaba. Estaba todo re bien, la canción funcionaba con cada aporte que se le iba haciendo. Al final salió rapidísimo y la agregamos.

¿Sentís que esta situación está ayudando a los músicos para que sean más creativos?

Es difícil, porque creo que por un lado sí, pero por el otro no. Sí porque muchos músicos y música se encuentran soles en su casa con sus instrumentos, y llega un punto donde no te queda otra más que agarrarla y ponerte hacer cosas. Y creo que se re vio eso. Nosotros los temas ya los teníamos, pero también, está esta canción que salió en medio de la cuarentena. Se dio justo que la selección de instrumentos y todo permitía grabar en cuarentena y no hacía falta un ensamble o lo que sea. Pero también creo que le debe jugar en contra a gente que quizás no es muy de componer sola; como que es muy para hacer una búsqueda interior la cuarentena. A mí al principio me pegó súper mal y no tenía ganas de hacer nada, ni de grabar, y después de dos o tres meses fue totalmente al revés: dispare y tenía energía para todo. Y ahí fue cuando empezamos a terminar de meterle a todo lo que teníamos listo para salir, y ahora va a salir.