FOTOS: FACEBOOK OFICIAL DE JACK WHITE

El artista, que tiene su origen en el blues, incursiona por el hip hop y llega hasta el sonido experimental en su nuevo álbum llamado Boarding House Reach, lanzado el pasado 23 de marzo.

Habiendo liderado grandes bandas como The White Stripes, The Racounters y The Dead WeatherJack White estrenó material donde la experimentación de estudio y la renovación de su banda constituyen un pilar fundamental de su nueva faceta.

Más allá de sus usuales estilos, como el blues de animosidad fluvial, en las nuevas canciones incluye el hip hop en la manera de cantar, el cual está presente, también, en la raíz musical de sus acompañantes ya que algunos de ellos han participado junto a varios referentes de este género como Jay- Z y Kendrick Lamar, entre otros.

De ésta manera, en sólo tres días de grabación, Jack White y éste grupo de sesionistas desconocidos para él lograron amalgamar las particulares ideas que surgían canción a canción, dando forma a Boarding Reach House.

Si bien, estamos acostumbrados a que White nos sorprenda, recomiendo que el lector/escucha se desprenda del pasado y juzgue ésta obra actualmente. Conected by Love, el primer simple (lanzado el año pasado) que abre el álbum muestra una apresurada técnica vocal líder que sólo es apañada por el gran coro de cantantes femeninas, esperemos que sólo sea por el límite de carga horaria para completar el álbum. Más tarde, Why Walk A Dog? reivindica la canción-blues-densa-niebla, algo Racounters pero aún más calmada; mientras que una intro de batería bastante Zeppelin da paso a la histriónica Corporation donde el autor imaginó cómo sería si hubiese crecido en el mismo vecindario psicológico que Donald Trump: “Estoy pensando en armar una corporación/ ¿quién se suma?…”.

Es innegable para cada músico interviniente la maestría con que ejecutan sus instrumentos, incluso en piezas tan extraordinarias como la cuarta pista Abulia and Akrasia, un poema-cación lleno de palabras inventadas o colocadas a propósito por White para que el locutor las pronuncie con su propio color. Ezmeralda steals the Show también posée éste caracter, siendo la décima de trece pistas.

Ice Station Zebra y Over and Over and Over parecen ser los temas escucha-fácil por sus estructuras blues-rockeras, que también se encuetran presentes en otros álbumes solistas de Jack White, mientras que los más experimentales, en los que se explotan tanto las habilidades ejecutivas como el uso del estudio de grabación se concentran en Hypermisophoniac, Everything You’ve Ever Learned, Respect Commander y Get in the Mind Shaft.

Para cerrar Boarding Reach House, las últimas dos canciones son What’s Done Is Done y Humoresque, donde la intimidad de los instrumentos acústicos y las voces se funcionan a modo de humor distendido para conciliar un estado de calma.

Sin dudas se trata de un álbum no fácil de tragar, pero si sabe cómo acompañarlo, lo digerirá bien.