El grupo de San Antonio de Padua presentará su nuevo trabajo discográfico, que invita a levantarse a pesar de todo.
Removedores le hará honor a su nombre porque removerá los vestigios sufrientes de sus fanáticos y los contagiará de su espíritu musical este domingo, a las 20, cuando presente su disco “Romperse y Volverse a armar” en Niceto Lado B de Humboldt 1358 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La banda nacida en San Antonio de Padua, en el Oeste del Gran Buenos Aires, realizó este trabajo en, nada más ni nada menos, que en Estudio Romaphonic por Martín Pomares, producido por Javier Fernández Farjat y Martín Hitta.
El grupo fundado Martín Hitta (guitarra y voz) y Sergio Cassinelli (bajo) mantuvo un mano a mano con Dale que sos Rock.
– ¿Cuáles son las expectativas que tienen en relación al show?
Esperamos dar un buen show y que la gente se vaya cebada, lo venimos preparando hace tiempo y es importante para nosotros porque, si bien el año que viene vamos a seguir tocando estas canciones, este es el cierre de una etapa dándole el lugar principal al corazón del disco.
-¿Qué significa para ustedes tocar en Niceto Lado B?
Siendo una banda de zona Oeste para nosotros es una apuesta y una oportunidad de que nos vea más gente. Es un lugar que nos gusta y te da la posibilidad de plantear un buen show con las luces y la pantalla. Así que nos tiene ansiosos y entretenidos preparando todo.
-¿Cómo fue grabar el último video? ¿Qué pueden ver en él los seguidores?
Fue una experiencia muy linda. No siempre se tiene la posibilidad de estar corriendo entre montañas y lagos así que aunque fueron varios días de rodaje estábamos siempre muy motivados.
Y en el video van a ver la idea de ruptura y liberación que propone la canción, potenciada por esos paisajes tremendos que están todo el tiempo ahí invitándote a patear el tablero y correr a donde quieras estar.
– ¿Demandó mucho trabajo la realización del disco? ¿Por qué?
Sí, llevó mucho tiempo y hubo mucho trabajo nuestro y de Javier Fernández Farjat que fue quien nos ordenó y con quien elegimos las canciones y las arreglamos para entrar al estudio bien ajustados. Ese fue el proceso más largo, estuvimos casi un año y medio. Después entró Martín Pomares a meter su magia en la grabación y esa parte fue más rápida porque ya teníamos todo cocinado. Pero sí, fue un tiempo largo de maduración, trabajo y paciencia el de “Romperse y volverse a armar”.
– ¿En qué situaciones de la vida de la banda sintieron que se rompieron y se volvieron a armar?
En todos esos momentos donde nos dimos la cabeza contra la pared, sea por una separación, perdiendo algo, sintiéndonos solos. La vida te pone en jaque y te invita a mirar para adentro y replantearte ciertas estructuras para no repetir.
-¿Qué planes tienen para el verano?
Tal vez hagamos alguna escapada acústica a la patagonia, y hay alguna otra cosa dando vueltas por la costa pero nada confirmado aún.