Dale que sos Rock asistió a lo que fue su recital en la Ciudad Cultural Konex y se tomó el atrevimiento de analizarlo como un hecho social, donde la alegría es el máximo factor de esta nota. (PH: MICA MARCZUK)

Sé que el recital de Arbolito en el patio de la Ciudad Cultural Konex pasó hace alrededor de diez días, pero consideré que esta nota no debía ser escrita a las apuradas porque, realmente, el acontecimiento no se lo merecía. Esta vez el formato elegido para redactar es el análisis, que, si bien es musical, puede cuenta con una interesante trastienda social debido a diversos factores que pasaremos a nombrar a lo largo de la nota.

En primer lugar, hay que resaltar la capacidad artística de todos los integrantes de esta banda porteña. Ezequiel, Agustín, Diego, Andrés y Pedro demostraron que ese aprendizaje que les dio la Escuela de Música Popular de Avellaneda sigue intacta. Sus letras y sonidos actuaron como un medio de transporte invisible que trasladó al público hacia un lugar mejor. Rock, carnavalito, chacarera y hasta cumbia pasaron por los oídos de las personas que asistieron al concierto. También, pusieron su semilla Sebastián Fernández de El Más Acá, el Oso Reynoso y Cristian de La Banda de las Corbatas.

Además, la lírica que poseen las canciones de Arbolito son verdaderamente especiales por su alto poder descriptivo de paisajes y de hechos sociales. Como el bagualero que presta su voz para comunicar lo que otros no pueden expresar en la zona desértica del Norte Argentino, el grupo presta su voz y estrofas para comunicar lo que siente, piensa y cree la gente. Amerika, Para la mano, Barricada son ejemplos de la temática desarrollada de este párrafo.

ARBOLITO EN EL KONEX

En tercer lugar, resultó verdaderamente emocionante ver que el concierto fue familiar, algo que sus seguidores lo saben, pero para los que no lo somos nos resultó algo llamativo. Padres, madres, abuelos y abuelas, hijos e hijas, nietos y nietas se la pasaron cantando y bailando toda la jornada. Miradas cómplices, mate en mano, sonrisas, cocochitos y la alegría unificada atravesando generaciones fueron los protagonistas de una verdadera fiesta.

Sin dudas, este concierto pertenece a esos donde el factor energético es preponderante ¿Cómo nos damos cuenta de eso? La respuesta a esta pregunta es simple: se siente. Sí, se siente porque te atraviesa el alma como si fuese un viento desenfrenado, te eriza la piel, en la boca te dibuja una importante sonrisa. Todo es mágico, todo es maravilloso en la música popular.

Posteriormente, la carga ideológica progresista que tienen tanto la banda como su público. Durante el recital que se concretó en el Konex, se escucharon cánticos como MMLPQT, “Vamos a volver”, y “Aborto legal en el hospital”, que estuvo acompañado con el grito de lucha de las mujeres. Es realmente espléndido como se la juegan a pesar del momento presente donde la censura pesa más que en otras épocas democráticas. No hay tibios, hay carbones que comenzaron arder e iluminarán en un futuro mejor.

Finalmente, la frutilla del postre fue la misión solidaria del show ya que con este se ayudó a un merendero de Moreno, donde van muchos chicos a alimentarse, y, en el cual también se mantiena viva la memoria de Sandra y Rubén, la vicedirectora y el auxiliar, respectivamente, que fallecieron en la explosión que se produjo en la escuela N°49 de esa localidad .